martes, 2 de agosto de 2011
Relativa importancia
Abrió los ojos... Demasiada luz... Un punzante dolor le atravesaba la nuca en dirección a la frente. Se incorporó como pudo, la calle estaba intensamente transitada. En lugar de su cabeza en la acera un charco de sangre seca. Los recuerdos eran demasiado difusos, casi una leve neblina. Se dirigió penosamente hacia el primer ambulatorio que encontró... "Tiene una buena herida y ¿dice que no recuerda como se la ha hecho?"... Él asintió... "Podría haber sido un robo, debería ir a la policia o comprobar si le falta algo"... Sacó la cartera y la abrió, tres billetes de 500 € y varias tarjetas de crédito... "Pues ha tenido suerte, estando inconsciente le podrían haber robado la cartera"... Él sonrió tristemente. Era difícil saber el tiempo que habia estado allí tirado. Nadie lo habia socorrido y nadie habia llamado a su teléfono. Pensó que algo tenía que estar haciendo mal en su vida para no importarle a nadie.
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Has vuelto y menudo cambio de look!
ResponderEliminar¿Se ha fijado, tu personaje, si todas las tarjetas de crédito llevan su nombre? a ver si el ladrón va a ser él.
Un beso, se te echaba de menos.
Cuanta razón tienes...
ResponderEliminarHay veces que debemos detenernos a pensar, cual es el error para estar como estamos, y logicamente intentar modificarlo.
Me encantó!
Breve y claro ;)
Besos
Desde luego, Aina, tu comentario es super curioso jajajaj
ResponderEliminarBuena reflexión paisano.
Besotes.
EStoy con Aina...
ResponderEliminarEs muy posible Aina... Las apariencias engañan... O no...
ResponderEliminar¿Habría bebido? ¿Se caería solo? ¿Bebía porque estaba solo o estaba solo porque bebía?
ResponderEliminarYo preferiría tener la cartera vacía y el teléfono repleto de llamadas perdidas y mensajes preguntando donde estaba.
Un abrazo
¿Porqué insistimos siempre en ver el lado feo de las cosas en lugar de reflexionar en positivo? Estoy segura que no tiene porqué haber una actitud negativa a algo que ocurrió y ya está.
ResponderEliminarY es que nos gusta machacarnos el espíritu...
Un beso.
Solemillo.