"No puedo evitar sentir esta mezcla de tristeza y alegría. Nunca he creido en la pureza del sentimiento, no hay nada puro, todo se mezcla. Te quiero y te odio, alternativa y simultáneamente. Te he esperado con paciencia y mordiéndome hasta los muñones tras perder las uñas"
"Te entiendo, pero no se que quieres decir"
"Ahí está la gracia... Yo tampoco"
"Te entiendo, pero no se que quieres decir"
"Ahí está la gracia... Yo tampoco"
Sin un lado de la balanza el otro... dejaría de existir, sin más.
ResponderEliminarLa cuestión es que tengo la sensación de que los lados de la balanza son impostados y que se mezclan entre sí. Somos, más bien, la balanza.
EliminarUn beso gordo.
Por cierto, en junio iré a Madrid y espero que nos tomemos un cafelillo.