Inclinaciones

Mañana
bajaré los brazos
sólo si los tuyos
esperan debajo...
La distancia será
un plano inclinado
y la gravedad,
estas ganas de verte.

En todas las gotas de lluvia

Cuando llueve pienso que es por ti,

dos días después sigue lloviendo

y todos se olvidan de la sequía,

nadie te da las gracias excepto yo

y me siento único e importante

aunque tú no sepas que te asigno

poderes que desconoces

y vives tranquila en tu mundo

ignorando que equilibras la vida

y haces llorar a los meteorólogos.

Mañana morderé una manzana

y sabrá un poco como tú,

se deshará en mi boca despacio,

como lo hacías tú...

Es difícil olvidarte si estás

en todas las gotas de lluvia...

La letra pequeña en la portada

Escribo tus palabras y lo que pienso roza tus labios... Es un poco tonto por mi parte pensar que eso es algo. Podría poner mañana en tu guión que me quieres y todos te creerían, eres la mejor actriz. Desde mi rincón oscuro juego a que eres mi marioneta , entre las cuatro esquinas de la pantalla eres mi juguete... En el fuera de campo no soy nada, los focos se apagan y no soy más que el nombre que aparece en letra pequeña en la portada de los papeles que repasas sin parar. Mañana todo esto acabará y yo seguiré creando frases para ti que dirán otras, sentiré una cierta tristeza y llegaré a casa para poder verte decir lo que escribí para ti, mientras te sigo, susurrando las frases y echando de menos lo que nunca tuve ni tendré.

En tus sueños no hace tanto calor

El calor intenso exprime su piel y la camiseta se adhiere a su silueta. La mira con disimulo desde la esquina opuesta del ascensor y, por un instante, se olvida de su claustrofobia. Aquella situación era el comienzo de muchos de sus sueños eróticos, aunque los recordaba menos calurosos. "Nos sacaran pronto", decía ella. Él asintió solidario. Le invadió una cierta tristeza al comprobar que los sueños que se hacen realidad tienen sus deficiencias. "Sueños y realidad son palabras opuestas", pensó mientras cerraba los ojos. Cuando los abrió, ella estaba desnuda. Él aturdido balbuceo algo. Sintió su mano sobre su cara, las yemas de sus dedos acariciaron sus labios. Cuando iba a besarla abrieron la puerta o se despertó.