A menudo, al acostarme, ocupo sólo un lado de la cama... Y eso que antes me reprochabas entre risas, que en cuanto te levantabas me hacia dueño y señor de aquellos 4 metros cuadrados. Ahora no soy capaz de mancillar tu recuerdo.
A veces, medio dormido, palpo tu lado vacío y creo tocar algo, me despierto sobresaltado y enciendo la luz con una esperanza efimera, que se disuelve al ver la almohada ocupando tu espacio.
Me pediste que rehiciera mi vida, pero todos los pedazos que daban sentido a mi imagen se han ido contigo...
Demasiado espacio en esa cama, demasiada soledad.
ResponderEliminarHoy me dejas triste...
ResponderEliminarBeXito.